Tú y tu enamorado/a están sentados juntitos en un sofá mirando televisión y lo están pasando genial. Pero descubres que realmente no te puedes concentrar en lo que está pasando en la tele a causa de lo que está sucediendo con tu cuerpo. Tu respiración se acelera y tu corazón está latiendo tan fuerte que parece que se te va a salir del pecho. ¿Qué está pasando? Todo es parte de lo que los científicos llaman ciclo de respuesta sexual.
Paso uno: Atracción
La atracción sexual se basa en el deseo. Es por eso que los expertos en el sexo llaman al comienzo del ciclo de respuesta sexual la fase de deseo. Dos personas sienten atracción mutua gracias a los estímulos sensoriales, por ejemplo, cómo se siente la piel de una chica al tocarla, cómo huele un chico, o la voz de una persona. Crece el interés y pueden pasar a la segunda fase – la excitación sexual, que es la manera como el cuerpo responde al deseo.
Excitación sexual: qué esperar
Cuando te excitas sexualmente pasan varias cosas y tu cuerpo se prepara para un posible contacto sexual. En la fase de excitación sexual, tu corazón empieza a latir más rápido y aumenta tu presión arterial. Los músculos del cuerpo se ponen tensos y tus pezones se endurecen. Los senos de las chicas se agrandan. El mayor flujo de sangre a los genitales hace que el clítoris de las mujeres se hinche y que el pene de los varones se ponga erecto. Chicas, la vagina se lubrica, es decir te mojas, y chicos, notarán que los testículos se acercan al cuerpo a medida que el escroto se ensancha. Las personas que tienen la piel muy blanca podrán notar un rubor sexual, enrojecen alrededor del cuello y el pecho.
La excitación aumenta
El contacto físico mantiene tu cuerpo en un estado intenso de excitación sexual. Los expertos en sexo lo llaman la fase de meseta o plateau. Pero el contacto físico no quiere decir simplemente contacto genital. Si bien tus genitales son la parte más sensible de tu cuerpo, muchas personas se excitan besándose y tocándose otras zonas sensibles del cuerpo, llamadas zonas erógenas, que pueden incluir la espalda, los senos, las orejas, los pies, las rodillas, los labios o el cuello. Realmente, cualquier parte de tu cuerpo puede ser una zona erógena.
Llegando al pico
Después de la excitación sexual, puedes experimentar un orgasmo. Esta es una palabra científica para lo que la gente llama comúnmente “acabar” o llegar al clímax. La explicación científica es que sustancias químicas sedantes llamadas endorfinas se liberan en el flujo sanguíneo, causando intenso placer y relajación. Es posible que te sientas acalorado/a o caliente y sientas espasmos musculares rápidos en todo el cuerpo, pero sobre todo concentrados en la zona genital y anal. El orgasmo de un chico por lo general va acompañado de líquido eyaculatorio, y cerca del 10 por ciento de las mujeres también eyaculan durante un orgasmo.
Cómo llegar
El orgasmo se puede alcanzar a través de casi cualquier tipo de estimulación sexual – masturbación, frotándote contra otro cuerpo, o a través del sexo vaginal, oral o anal. (Algunos hombres llegan al orgasmo cuando la glándula de la próstata es estimulada durante el sexo anal). La mayoría de las mujeres alcanzan el orgasmo a través de la estimulación del clítoris y no tanto de la vagina. Otras tienen orgasmos mediante cualquiera de estas formas de estimulación. Por lo general, los hombres acaban antes que las mujeres y también se excitan más fácilmente. Pero las mujeres tienen más probabilidades de tener más de un orgasmo u orgasmos múltiples que los hombres.
Algunas personas, especialmente las mujeres, no acaban. Y otras tienen dificultad para llegar a un orgasmo. Y para muchas mujeres y hombres, las otras etapas del ciclo de respuesta sexual son más importantes y el orgasmo no siempre es el objetivo.
Vuelta a la calma
Después de tener un orgasmo, tu cuerpo vuelve lentamente a la normalidad. Disminuye tu ritmo cardíaco y baja tu presión arterial. Los expertos en sexo lo llaman la fase de resolución. El flujo de sangre a la zona genital se reduce y el clítoris o el pene se ponen nuevamente blandos. Es posible que te sientas con sueño o vigorizado/a. La mayoría de los hombres tienen lo que se llaman un período “refractario,” durante el cual no pueden tener otra erección. Por lo general, el período refractario es más corto en los hombres jóvenes que en los de más edad.
No todos somos iguales
La experiencia de una persona con el deseo, la excitación y el orgasmo puede variar de un encuentro a otro (y durante la masturbación), según una variedad de factores. El grado de atracción que se siente por la pareja, comodidad, fatiga, humor o uso de drogas o alcohol son tan sólo algunos de los elementos.
“Algunas personas tardan mucho en llegar al clímax; y otros acaban enseguida,” explica Deborah Hatchell, autora de What Smart Teens Know … About Dating, Relationships, and Sex. Algunas personas no tienen orgasmos y en vez encuentran placer en otras fases del ciclo de respuesta sexual. De la misma manera, se puede eyacular mucho, poco o nada. “Por lo tanto, no trates de comparar tu orgasmo [o tu falta de orgasmo] con la descripción que otra persona hace del suyo, porque es fácil sentir que hay algo que no funciona bien en ti si no has tenido la misma experiencia,” dice Hatchell.
Recuerda, la experiencia de cada persona es diferente, y eso es lo que nos hace únicos y normales.Todo sobre la excitación sexual: La ciencia del sexo